Otra reflexión sobre Caracas

Tras varios intentos fallidos, finalmente pude ver el famoso vídeo Caracas Ciudad de Despedidas. Quiero puntualizar ciertas cosas.

Si bien es cierto que está hechos por gente extremadamente joven, sin experiencia y que en verdad no ha experimentado vivir en un país de larga historia política relacionada a la violencia, me pongo al margen de la cantidad de burlas que han recibido a través de las distintas redes sociales.

Creo que algunos puntos que plantean son rescatables:

• Educación: De la muy mal hablada Cuarta República una de las cosas que pueden recuperarse podrían ser las políticas educativas. Me refiero a verdaderos planes y estrategias, a contratación de personal especializado de diversas materias y no a simples marañas políticas donde a cualquiera le dan un título y está apto para “enseñar”. A construcciones de grandes estructuras educativas, colegios, bibliotecas y demás instituciones, que no estaban pintadas del color de ningún partido y que dentro de sus paredes los alumnos no apuñalaban a los profesores porque no les pasó una materia. Quienes tienen la oportunidad de irse a forjarse un mejor camino en mejores condiciones, háganlo, ¿O es que está mal querer superarse?
• Violencia: Para nadie es un secreto que Venezuela es uno de los países de Latinoamérica y el mundo con el mayor índice de violencia. Que si le tocas corneta a alguien porque esta en verde y no le da, se baja del carro, te pega tres tiros y nadie se mete porque tiene miedo de que se lo hagan a ellos también. Instintos básicos de supervivencia. Caracas, Con 130 homicidios por cada 100.000 habitantes y que en Venezuela, en general, los fines de semana cierran con más de 50 muertos en las morgues de cada estado, no creo que esta queja esté fuera de lugar. Querer vivir en un país donde un derecho fundamental como es el de la vida esté garantizado no es algo malo. A pesar de que los voceros del oficialismo digan lo contrario (Curioso que ninguno de ellos sale a la calle sin escolta)
• Burocracia gubernamental: Todos los años la Asamblea Nacional aprueba el presupuesto de la Nación donde, en teoría, están todos gastos existentes y por existir que serán cubiertos gracias a la maravillosa y nunca bien ponderada renta petrolera. Una vez más, vámonos a la realidad. No es solamente en Caracas, es en toda Venezuela, que los proyectos se inician con un “presupuesto” y no llegan ni a la mitad porque es tanta la burocracia que la plata se queda en el camino. Que hay 300 contratistas de por medio que todas se agarran la plata y ninguna hace lo que tiene que hacer, ¿Y por qué pasa eso? Porque nosotros como ciudadanos no tenemos cultura de saber reclamar nuestros derechos, y no estoy hablando de hacer un TT en Twitter. Me refiero a ir a una institución plantear la denuncia e irse por los caminos regulares hasta que ya no se pueda más ¿O es que creen que los estudiantes de la Generación del 28 se enfrentaron a Gómez pasándose papelitos por los pupitres?

El día que los venezolanos entendamos que los políticos están ahí para servir como FUNCIONARIOS PÚBLICOS y no que nos están haciendo un favor, y que en tal caso, el favor se lo hicimos nosotros, en depositar en ellos nuestra confianza, de dejarles un cargo y nuestro dinero en sus manos. Ese “favor” que nos recuerdan con una valla gigantesca en la entrada de cualquier barrio o urbanización que de seguro podría pagar varios hospitales y escuelas, ese día el status quo cambiará y realmente habremos evolucionado como sociedad.

Sí, en este país todo es complicado, que si quieres una simple partida de nacimiento, tienes que esperar como “tres días hábiles” con largas horas de colas incluidas, así como insultos de los funcionarios QUE ESTÁN AHÍ PARA SERVIRNOS, y que si no les gusta su trabajo PUEDEN IRSE POR DONDE ENTRARON.

            Muchos de nuestros fines de semana se han convertido en “vamos pa casa de X porque se va el lunes”. No podemos culparlos de que se vayan a otro país donde valoren más su talento de lo que lo hacemos aquí.

            Es cierto que el vídeo pierde el norte, que llega un momento en que no se sabe exactamente lo que ellos quieren exponer, pero me parece ilógico caerles encima cuando ellos son el reflejo de nuestra sociedad. Sociedad que prefiere irse de rumba y llegar a las 3am que leer un buen libro, no estoy diciendo que nos quedemos leyendo todos los días, pero sabemos que nuestras universidades están invadidas de jóvenes que no saben qué hacer con sus vidas, que están ahí porque en sus casas les dijeron que tenían que estudiar algo y en el peor de los casos les dijeron lo que tenían que estudiar: “Ingeniero, como su papá”. Y que esa falta de rumbo se debe al bajo nivel educativo que tenemos en el presente.

            Sin ganas de ponerme filosófica, cito a Carlos Matus: "Hablamos en tercera persona de nuestro país. Decimos que marcha sin rumbo, y ocultamos que nosotros no le damos rumbo”. Y es que si no le damos rumbo nosotros, ¿Quiénes se lo van a dar?, ¿Los Políticos?, ¿Para que nos sigan tratando como ovejas a las que solo alimentan cuando vienen las elecciones?

            No estoy defendiendo a esos chamos, probablemente si vieran clases conmigo los clasifico como #NiñosUrbe, les digo que nuestro castellano es uno de los idiomas con más amplio vocabulario, y que las palabras van más allá de “o sea” y “puejj” y además los mando a leer libros de historia pa’ que sepan cosas de la vida real y que Chávez no es el único Presidente que ha tenido este país. Que antes había gente, gente seria que pensaba, que proponía cosas buenas y que lamentablemente que vio venir estas cosas.

Me parece poco elegante que le hayan gritado a Caracas que “es una mierda”, a pesar de que yo lo creo y que no me gusta Caracas, la detesto. No me gustan los caraqueños cuando se refieren a uno como “los del interior” como si ellos fueran el exterior... Me parece que son unos montunos y que a Caracas le falta muchísimo para ser una capital de verdad. Sin embargo, ¿Para que gritárselo si no harás nada para cambiarlo?, recuerda que te fuiste, ¿no?

Me molesta muchísimo ver como le cayeron encima a esos carajitos y que muchos de los que lo hicieron alguna vez me mencionaron que querían irse por esas mismas razones que esos chamos, en su jerga y bajo conocimiento intentaron describir. Sean serios.