La Búsqueda de la Paz

El camino hacia la búsqueda de la paz es largo y está lleno de pruebas, pruebas que deben superarse y tomarse de referencia para otras pruebas venideras. La paz, desde el punto de vista que concierne a la presente monografía, es el fruto del trabajo masónico constante, tanto individual como colectivo, este trabajo debe llevarse a cabo con metas y principios básicos que permitan su permanencia a lo largo del tiempo y que no se quede solo en papel o como un hecho pasajero.

A lo largo de la historia de la Masonería pueden identificarse claramente como ésta orden ha buscado y trabajado por la paz, estos hechos no buscan más que dar pie a los principios fundamentales de la Masonería: Libertad, Igualdad y Fraternidad.

Desde el punto de vista profano, la Real Academia Española define la paz como “Situación y relación mutua de quienes no están en guerra” y también como “Virtud que pone en el ánimo tranquilidad y sosiego, opuestos a la turbación y las pasiones.” este último, de alguna manera, como se puntualizará más adelante está más acorde a los principios masónicos.

La Masonería, como Orden iniciática y filantrópica tiene por principios fundamentales: Libertad, Igualdad y Fraternidad, esta ultima “nos conduce al concepto de amistad, hermandad, de sentimientos de unidad en la diversidad, respeto y paz.” (Pardo, Gustavo. La Masonería y la Paz Social).

La paz representa para la Masonería un fin sublime, más allá de ser pactos, documentos y tratados, representa un fin superior, la puesta en práctica de todos los principios y valores, pues la paz más allá de ser la ausencia de guerra, representa la cosecha o cristalización de los valores, valores que se siembran con adquisición de conocimientos tanto espirituales como teórico-científicos y que nos conducen a la Libertad del alma. Indiscutiblemente la Masonería proporciona las herramientas, a través del estudio constante de diversas filosofías y escuelas espirituales, para la búsqueda y alcance de la paz.

Es imposible garantizar que no se producirán más guerras, pero sí puede esparcirse entre las diferentes sociedad donde la Masonería hace vida, el mensaje de tolerancia, de respetar las ideas y las diferencias.

A nivel mundial la Masonería ha trabajado por la paz, trabajar por la paz no necesariamente debe hacerse a vox populi, el hecho de trabajar en el entorno cercano como familia, trabajo o sociedad significa, de por si, un gran avance, sin embargo, en ese trabajo arduo y continuo por la paz varios masones han sido reconocidos por su labor con el mundialmente conocido Premio Nobel de la Paz, el cual tiene como premisa “A la persona que haya trabajado más o mejor en favor de la fraternidad entre las naciones, la abolición o reducción de los ejércitos existentes y la celebración y promoción de procesos de paz” (Premio Nobel de la Paz).

De los premios Nobel de la Paz designados en el mundo, nueve han sido Masones, y dentro de ellos, dos dedicaron sus vidas predicando la no violencia, víctimas del fanatismo religioso y político.

León Burgeois, Francés, en 1920, factor principal en la constitución de la Liga de las Naciones.

Henri Dunat, en 1901, fundador de la Cruz Roja Internacional. Muere en la miseria después de dedicar su fortuna al bien común.

Alfred Fried, en 1911, dirigió desde 1891 las sociedades a favor de la paz en Alemania y Austria.

Henry La Fontaine en 1913, masón belga, apóstol del pacifismo.

Teodoro Roosevelt en 1906, quien viendo el peligro de la primera guerra mundial recorrió Europa predicando la paz. Por su intervención puso fin a la guerra ruso-japonesa.

Stresman y Agusto Briad en 1926, propugnadores de la Sociedad de las Naciones y la Paneuropea.

Federico Passy en 1910, fundador y presidente de la Liga Internacional y Permanente de la Paz.

Ferdinand Buisson en 1927, fundador de los derechos del hombre, del sufragio femenino y principal baluarte en Francia y mundo entero de la enseñanza laica.

Cordel Hull en 1945, propugnador de la política de la buena vecindad.

Joh Boy Orr en 1940, por sus ideas en nutrición y alimentación, plasmadas y sustento en la creación de la FAO.

León Juheaux famoso por su trabajo humanitario como dirigente de la Confederación General de los Trabajadores de Francia.

George Marshall en 1953, factor principal en la victoria contra los países del eje y la recuperación y auge de Europa mediante un financiamiento de 17 mil dólares luego del conflicto bélico.

Mahatma Gandhi, libertador de la India, defensor de los derechos humanos, luchador de la no violencia y la discriminación.

Martin Luter King, luchador de los derechos del pueblo afroamericano, luchador también contra el racismo y la discriminación a través de la no violencia.
Barak Obama, Actual presidente de Los Estados Unidos de Norteamérica, ganó este premio en el año 2009. Se le fue concedido el premio con la premisa «Sólo muy rara vez una persona tiene el mismo alcance que Obama ha tenido al capturar la atención del mundo y brindarle a su pueblo la esperanza de un futuro mejor».

(Lista tomada de: Los masones, de enormes guerreros a premios Nobel de la Paz)

Bien puede decirse que la paz es sinónimo de progreso, el progreso se alcanza a través del compromiso, constancia y perseverancia, principales características trabajo masónico. Es por ello, que la Masonería, lejos de mantenerse al margen de los problemas de la sociedad en que vive y consciente del poderío militar y bélico que han desarrollado las naciones, que desde su visión intolerante buscan hacer prevalecer su visión del mundo, la Masonería busca con sus miembros la paz a través de los mecanismos pertinentes que existen, dejando de lado las diferencias y siempre enalteciendo la Orden.

En el grado de Aprendiza se tienen cuatro deberes fundamentales: Escuchar, Trabajar, Obedecer y Callar, partiendo de la premisa que una vez iniciados en esta Orden siempre se es Aprendiz, se deben emplear estos deberes en la búsqueda de la paz, como principiantes y aprendices de este largo y arduo camino.

“No hay camino para la paz, la paz es el camino” Q:.H:. Mahatma Gandhi

Con todo el conocimiento anteriormente expuesto reafirmamos que la Masonería construye la paz a través del Templo Interior, devastando la piedra bruta, es decir, limando y apartando todos aquellos factores tanto internos como externos que interfieren en la búsqueda de la paz. Sólo si se está en paz con uno mismo se puede ayudar a los semejantes a conseguirla o guiarles hasta ella.