Redes sociales para seres sociables

En un mundo cambiante como el nuestro, donde todo se renueva, evoluciona y vuelve a cambiar, el periodismo como ciencia social no se queda atrás. Es este mismo mundo cambiante y acelerado el que ha favorecido e incrementado la labor del periodista actual.

Para nadie es un secreto que internet ha llegado a ocupar un lugar muy importante en nuestras vidas, en la actualidad, el estar informado no sólo es ver o escuchar su noticiero de preferencia, o leer el periódico más cotizado, esto es sólo una parte de ello.

Con el surgimiento de las redes sociales, es decir, grupos de personas que interactúan e intercambian sus opiniones sobre intereses comunes, la labor del periodista se ha intensificado, pues ya no es sólo buscar la fuente, es tener acceso a cientos de ellas y saber cuáles cumplen con los requisitos necesarios para lograr unos de los principales objetivos periodísticos: informar.

Así como un profesor prepara su clase documentándose y nutriéndose con hechos actuales para que sus alumnos vean alguna conexión con sus vidas, el periodista debe nutrirse de todo lo que pasa a su alrededor, ya no solo como representante de un medio, sino como usuario de un mundo interactivo donde todos participan por igual y tienen acceso a –casi- las mismas fuentes.

Al igual que en otras situaciones las personas no se dan cuenta de la existencia o valor de algo hasta que ocurren eventos inesperados; este fue el caso de Facebook en Egipto, donde un joven creó un grupo manifestando su descontento con el –ahora- anterior gobernante, Mubarak, este grupo encontró adeptos desencadenando una serie de manifestaciones organizadas a través de diferentes redes sociales, que terminaron en el cambio de gobierno.

Quizás anteriormente para ellos Facebook o Twitter eran solo sitios para ver y compartir información cotidiana con amigos, desde entonces no será así. Casos similares se dieron en diferentes países africanos de similar gobierno, es por eso que los gobernantes, al tanto del poder de la información buscan argumentos legales para limitar el acceso a la misma, en la actualidad, la fuente de acceso a la información más frecuente y barata: internet.

Las redes sociales no usurpan los medios tradicionales, todo lo contario: los medios tradicionales se alían con estas para dar a conocer sus noticias más fácilmente y con mayor rapidez, incluso se ha convertido en una cuestión de marketing pues el tener un alto número de seguidores o fans en las diferentes redes sociales les garantiza cierto posicionamiento bien visto por los anunciantes.

La gran diferencia que existe entre un usuario promedio de redes sociales y un periodista es la sociabilidad informativa, pues no es solo usar las redes sociales para comunicar a los seguidores lo que se ha hecho durante el día, es dar a conocer desde un accidente en determinada calle de la ciudad, hasta un centro de acopio para los damnificados por alguna catástrofe natural.

En las redes sociales el periodista debe formar/mantener un imagen de confiabilidad, pues es esta la que le garantizará llegar a un mayor número de lectores, características como estas fueron las que dieron a conocer rápida y efectivamente sucesos como los de Egipto o Libia y las graves consecuencias del terremoto de Japón.

Las cadenas de noticias ya no necesitan desplegar un gran equipo técnico que tarde días y tenga problemas para llegar al sitio, sólo con un celular de última generación y acceso a internet pueden dar a conocer al mundo lo que está pasando en ese sitio.

La actual tarea del periodista no es solo estar informado, consiste también en manejar de manera amigable las redes sociales para tener un mayor número de fuentes y contactos que le permitan profundizar en los hechos y dar a conocer así una información correcta, pues son estas redes sociales las que nos permiten sociabilizar la información y nos hacen hoy más que nunca ciudadanos del mundo.


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