Hoy tuve una conversación muy interesante con un seguidor del gobierno. Más que conversación cuando él expresó su inclinación política, yo, como un metralleta, descargué todo lo que consideré necesario para su muy débil argumento de votar por Nicolás Maduro, a raíz de esto, pensé en retomar mi teoría que por desconocimiento de la historia es que estamos como estamos; viene cualquiera, nos da unos tristes argumentos de sus acciones y somos incapaces de agarrar un libro de historia de bachillerato y ver si eso que nos dijeron fue verdad o mentira.
Hoy, en pleno siglo XXI al igual que en la época de la Colonia nos cambian Oro Por Espejitos.
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