¿Quién atenta contra la paz de quien en el país de la buena educación?

Por razones personales e interés en las cosas que me rodean he estado siguiendo de cerca el nuevo Proyecto de Medios, ese que ha sonado tanto en estos días y dice que los circuitos radiales no pueden tener más de 3 emisoras y que estas no pueden transmitir conjuntamente por más de media hora.

Y como si fuera poco hoy sale en todos los encabezados digitales: “Es necesario que el Estado venezolano regule la libertad de expresión” dicho por la Fiscal general Luisa Ortega Díaz. Por lo cual pretenden aprobar un Proyecto de Ley Especial Contra Delitos de Medios, del cual extraigo lo siguiente:

Con leyes como estas el deber de “informar” está en veremos, pues ¿qué pasa cuando la información no es precisamente color rosa? ¿Qué pasa cuando la noticia es una muerte a causa de la inseguridad descontrolada y muchas veces amparada por el Gobierno en turno? Vemos diariamente aprobaciones de leyes que protegen al Gobierno, pero ¿Quién protege al ciudadano común? Es que acaso ¿el no tiene derecho a ser respetado y protegido también? ¿Qué pasa con el periodista quien desde hace algunos años ha tenido que añadir a sus herramientas de trabajo un chaleco antibalas?

Es extraño ver cómo este gobierno se preocupa tanto por la “salud mental de sus ciudadanos” es un poco contradictorio, pues en vez de preocuparse tanto, debería empezar a ejecutar acciones para que el ciudadano común deje la paranoia y no se sienta perseguido al salir a la calle (e incluso en su casa) pensando que en el mejor de los casos le despojaran de sus pertenencias por las cuales ha trabajado, un individuo de poca educación académica pero con alta educación en la vida callejera y con una agilidad increíble le quitará todo en cuestión de segundos.

También resalta el interés en los menores, pues el Gobierno quiere “dar el ejemplo”; mal ejemplo para la juventud es que un niño vea a sus padres y abuelos que han trabajado toda la vida terminen desempleados, sin beneficios por no estar de acuerdo con las políticas gubernamentales actuales, mientras que quienes roban y estafan quedan con los bolsillos llenos. Estamos en el país de la buena educación…